Laura y Esther se conocían desde siempre. Vivían en el mismo pueblo y Laura confiesa que Esther era una chica con la que pensaba que se llevaría muy bien. En fallas siempre coincidían y un año, por fiestas, se dieron cuenta de que se llevaban genial y empezó su amistad.
Esther recuerda que Laura estaba siempre muy pendiente de ella. Con su cara seria pero mirada penetrante y con su media sonrisa…
Un momento que seguro que no olvidarán es la primera vez que quedaron para pasar el día juntas. Laura lo tenía todo preparado: coche limpio, ropa nueva, bien conjuntada, bien perfumada… Pues bien, fue a poner gasolina y de repente al descolgar la manguera del surtidor ¡empezó a salir gasolina a borbotones! Al final, el coche y ella acabaron finos…
Cuando fue a recoger a Esther asegura que se quería morir. Así que no le tocó otra que sacar su humor y decirle: «per culpa teua tinc el cor encés en flama, enciende un mechero y verás la llama del amor”.
Y ahí empezó todo…
Su ceremonia de boda fue muy intensa desde el principio y ellas la disfrutaron a tope.
Los primeros en entrar a la ceremonia fueron 3 nenes que anunciaban la llegada de las novias. Ellos trajeron las arras al altar mientras sonaba la canción de ‘Por mil años más’.
Después, un poquito más nerviosa, llegó Laura cogida de la mano de su madre…. Y siguiéndola muy de cerca llegaba Esther muy sonriente acompañada por su padre.
Cuando las dos se juntaron en el altar se notó que los nervios desaparecieron. Fue ahí cuando las dos se prepararon para disfrutar de su historia.
Fueron cuatro las personas que les dedicaron unas palabras durante la ceremonia: María y Tere, amigas de las novias; Claudia, la hermana de Esther y Marta, la sobrina de Laura. Todas se ajustaron al tiempo y consiguieron que las intervenciones quedaran muy chulas.
Las novias quisieron simbolizar su unión mediante la ceremonia de la arena. (Conoce más sobre este ritual AQUÍ)
Llevaron arena negra de Canarias, de la playa de las Canteras. Lugar donde veraneaba Laura y con mucho significado para ella. También llevaron arena de la playa del Puig que es donde veraneaba Esther y donde tantos ratos ha pasado junto a Laura. Por cierto, para el ritual utilizaron una cajita de madera que a nosotras nos chifla hecha por El Hijo del Carpintero, en las fotos la podéis cotillear 😉
Después llamamos a los mismos nenes que dieron la entrada a las novias y… ¡llegó el momento de las alianzas! Las llevaron en una cajita de madera hecha también por El Hijo del Carpintero que, además, tenía la forma de una huella de perro (un guiño de las novias a sus mascotas jejeje).
Laura y Esther decidieron realizar su ceremonia legal ese mismo día. Después de leer sus votos y escuchar las palabras del Alcalde se pusieron las alianzas. De fondo sonaba ‘Kiss me’.
Una vez finalizada la ceremonia, mientras las novias firmaban junto a sus testigos, los invitados se prepararon para felicitarlas a su salida. Para este momento la pareja escogió ‘Happy Together’ y dieron paso a la fiesta.
Laura y Esther eligieron los Salones Roquenublo para su día B, espacio ubicado en La Pobla de Farnals. Allí mismo se encargaron de la sonorización y del catering, la pareja confió plenamente en el espacio… ¡y la verdad es que salió todo rodado!
Todo estaba precioso, las novias llegaron en dos coches súper bonitos de Sauclass y la ceremonia, como nos pasa siempre que coincidimos con El Taller de Clo, estaba muy muy bonita.
El equipo de Romantic Sax se encargó de amenizar el cóctel, momento en el que Jamones Juan Gargallo le dio una alegría al estómago de los invitados gracias a su buffet de quesos y jamones riquísimos.
Toda la papelería y cartelería utilizada en la boda plasmaba perfectamente el estilo de las novias y fue obra de Nada Convencional.
Para poner fin a su día por todo lo alto, Laura y Esther contaron con la Orquesta Avalanxa que hicieron de la fiesta algo memorable. Todos los detalles de su día se pueden ver en las fotografías de Joan Hartés.
¡Tanto Laura como Esther estaban radiantes! Las dos decidieron confiar en la firma Luis Rocamora para escoger su vestido, zapatos y tocado… eso sí, manteniendo cada una su esencia y estilo.
El equipo de Serma Peluquería se encargó de sus peinados y Ana Peiró centre d’estètica de maquillarlas para la ocasión.
Gracias a Laura y a Esther por dejarnos contar su historia en un día tan especial.
¡A quererse mucho parejaza!
¡Un Meraki-Beso!
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Joan Hartés
Salones Roquenublo
10 marzo, 2018
#noviosmeraki