Ceremonia civil de boda Bea & Jose

Su ceremonia civil de boda

Bea y Jose se conocieron en un banquito de su barrio. Os ponemos en situación: sería 1998, los dos eran unos chiquillos e iban al mismo instituto. Jose iba dos cursos por delante de Bea y ella ya le había echado el ojo. Jose era ‘el de la N’. Él tenía una sudadera Nike azul muy chula con una N gigante y ese era el nombre en clave con el que Bea y sus amigas  le llamaban.

Una tarde, Bea estaba con sus amigas sentada en un banquito del barrio y Jose pasó con un amigo en moto por delante del famoso banquito. Pararon a hablar con ellas y les invitaron a tomar algo.

A Bea no se le olvida esa sensación de ‘tontería de adolescentes’ y ese momento de ‘¡se ha fijado en mí!’

Ellos continuaban viéndose en el instituto, siguieron quedando e iban viéndose cada vez más a menudo. Los dos recuerdan un día en concreto; habían quedado con varios amigos para ver en casa de uno de ellos un concierto de Manolo García por la tele. Ese día se dieron su primer beso. El primero de los muchos que vendrían después…

Su día B

Bea y Jose llevan juntos 20 años y tenían claro que ellos querían entrar de la mano a la ceremonia. De hecho, querían cambiarse juntos el día de su boda. ¿Qué os parece la idea? Cada pareja es un mundo y, cuando los conocimos un poquito más, nos dimos cuenta de que no podía haber sido de otra manera.

La ceremonia la abrieron cinco nenas que iban haciendo pompitas de jabón y, detrás de ellas, entró la pareja. La canción que escogieron para ese momento fue ‘Dime que me quieres’ de Los lunes que quedan.

Los novios se sentaron de ladito para que sus invitados pudieran verles. Se lo pasaron muy bien durante toda la ceremonia, estaban muy relajados, estuvieron riéndose y haciéndose carantoñas todo el tiempo.

En su ceremonia hubo dos intervenciones, amigos y familia muy cercana. Y entre medias hicimos un ‘nuevo’ ritual simbólico. En su caso, y dado que el 9 d’Octubre era al día siguiente de la boda, el novio quiso celebrar la tradicional mocadorà. Comieron un poquito de mazapán cada uno (bueno, Jose se lo zampó entero y luego estuvo bebiendo agua el resto de la ceremonia jajaja) y en el pañuelo que le regaló a la novia anudaron sus ‘deseos-promesas’.

¡Y llega el momento de las alianzas! De fondo sonaba ‘Pájaros de barro’ de Manolo García. Las trajeron dos invitados a la ceremonia y, con ellas, los novios se leyeron sus votos. Muy cerquita el uno del otro.

Para la salida de su ceremonia eligieron la canción de ‘Marry You’ de Bruno Mars. Y mientras ellos iban camino de la lluvia de arroz… aquí una golosona se cogía un mazapán para verlos salir a lo grande jejeje 😉

Confiaron en…

Bea y Jose se casaron en La Mozaira. Es una finca muy coqueta que nos tiene enamoradas. Mires por donde mires no le falta detalle. Su personal se encargó tanto la decoración como del sonido de la ceremonia.

Hay que decir que nuestros novios son unos manitas y fueron ellos mismos los encargados de diseñar e imprimir sus invitaciones. ¡Y a juego diseñaron el resto! Seating plan, minutas, números de mesas, etiquetas de regalos, los toppers de la tarta, la caja de sus alianzas… ¡todos los nombres de sus invitados en madera para ponerlos en cada mesa! Un trabajazo que les quedó genial.  Y tanto les gustó la experiencia que han decidido abrirse una cuenta de Instagram para empezar a enseñaros todo lo que hacen: AQUÍ

El fotógrafo que eligieron para su boda fue Fandi.es. Y qué os vamos a decir… ¡Nos encantan! ¡Qué bonitas y qué buen rollo transmiten sus fotos!

¡Todo fue sobre ruedas!

Detalles de los novios

Bea es única. Ya nos avisó… ‘soy mmmmuy indecisa’. Por eso no nos queremos imaginar lo que le costó decidirse por su vestido de novia 😉 Era de la firma Pronovias y la verdad es que estaba guapísima. Sus sandalias eran de Menbur. El ramo  que llevaba era de Flores Fela Hijo.

Para ir preparando su piel para la boda, fue a Ángela Rueda. Y tanto del maquillaje como del peinado se encargaron unas amigas de confianza. (¡ya quisiéramos nosotras amigas así también!)

Jose estaba estupendísimo. Su traje era de Ramón Sanjurjo de Olegario y sus zapatos de la firma alicantina Martinelli.

Pareja, ¡ojalá todas las crisis existenciales que tenga Bea sean para celebrar momentos tan chulos como el que vivisteis el día de vuestra boda! 🙂

 ¡Un Meraki-Beso!

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